Por Roberto Alvarez Mur para Diario Contexto
Referentes políticos y militantes allegados a la dirigente de la Tupac Amaru dieron una charla en la Facultad de Derecho de la UNLP en torno al persecusión política encarada por Cambiemos y las perspectivas de cara al escenario político actual.
La Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales fue escenario de un encuentro protagonizado ayer por la abogada defensora de Milagro Sala, Elizabeth Gómez Alcorta, el dirigente político del Frente para la Victoria Carlos Raimundi, el politólogo y abogado Eduardo Tavani y el militante de la organización Tupac Amaru y allegado a la líder jujeña, Alejandro “Coco” Garfagnini, quienes debatieron sobre la persecución política a Sala, el poder Judicial enquistado en Jujuy y las perspectivas de resistencia ante el actual escenario político en Argentina.
“¿Por qué Milagro Sala está presa y no cualquier otra dirigente social? Milagro es mujer, y claramente no es lo mismo un líder que una lideresa política en Argentina”, expresó como puntapié inicial la abogada Elizabeth Gómez Alcorta, parte del equipo de abogados que se encargó de defender a la dirigente política durante en la causa iniciada por el gobernador Gerardo Morales en complicidad del aparato judicial jujeño.
“El caso de Milagro Sala forma parte del paradigma de disciplinamiento del campo popular que protagoniza el Gobierno”, expresó Gómez Alcorta y añadió: “Las razones de detención de Milagro Sala son políticas y no jurídicas. El propio Morales admitió que con ella libre en la calle no podrían gobernar”. La charla desarrollada en el subsuelo de la facultad fue organizada por las agrupaciones estudiantiles Megafón Ecos y La Sampay, no sin complicaciones operativas por las que apuntaron contra la agrupación Franja Morada, brazo universitario del radicalismo y conducción histórica del centro de estudiantes de la casa de estudios.
Por su parte, la abogada defensora se centró en lo detalles que propiciaron la detención ilegítima de Sala y que el cerco mediático desplegado en el último año permitió ocultar los intereses políticos subyacentes a la encarcelación. “Existen dos razones técnicas principales que hicieron posible la detención de Milagro: Por un lado, la ampliación de la Corte de Jujuy, hecho producido apenas horas después de la asunción de Morales. Por otro lado, la creación del Ministerio Público y de Acusación”, dijo la letrada y añadió: “Hay que tener en cuenta que Milagro no podía estar presa por sus fueros como referente del Parlasur, en Jujuy se ignoró una ley nacional. Lo que se buscó fue borrar todo rastro de ella y la Tupac y mientras Milagro esté presa, el resto de los argentinos estamos en libertad condicional”.
En esta línea, el dirigente político Carlos Raimundi expresó: “La pregunta que me hago es si esto es un caso puntual o forma parte de un sistema. Me inclino por lo segundo. Esto es una herencia de un modelo cultural que nos tiene profundamente colonizados”.
Entre la decena de presentes en el aula seis del subsuelo de la facultad, se distinguió la presencia del padre de Juan Uscamayta, padre de la estudiante de periodismo fallecida en una fiesta clandestina, Emilia Uscamayta Curi, como también de la decana del a facultad de Trabajo Social, María Alejandra Wagner.
“Lo que tenemos frente a nosotros no es un proyecto de derecha conservadora conducido por elementos políticos con un plan”, dijo Raimundi y continuó: “Lo que aquí tenemos es directamente la traslación de la política de mercado al sector empresarial y a las leyes de mercado, ni más ni menos. Cuando eso pasa, la única opción que le queda a la democracia es recuperar las calles”.
Sin dudas, la presencia de del referente de la Tupac, Coco Garfagnini fue la más emotiva por su trayectoria de activismo político codo a codo con la dirigente jujeña. “El problema nuestro fue haber construido poder popular, lo pienso siempre”, dijo Garfaginini y agregó: “A nosotros nos estigmatizaron en todos los medios como ‘el poder alternativo en Jujuy’, sin embargo nadie habló del poder de Carlos Blaquier, quien representa el poder real en jujuy. Él fue cómplice civil de la Dictadura y nunca fue juzgado por sus crímenes. Hoy podemos decir que Morales no fue candidato del Pro, fue el candidato de Blaquier”.
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