MODIFICACIONES A LA LEY 20957 DE SERVICIO EXTERIOR DE LA NACION
Artículo 1° – Modifíquese el artículo 4° de la ley 20.957 (Régimen Jurídico del Servicio Exterior de la Nación) que quedará redactado de la siguiente manera:
El personal del Servicio Exterior de la Nación desempeñará indistintamente funciones en las misiones diplomáticas, en las representaciones consulares y en la Cancillería, conforme a un sistema de rotación que privilegie la especialización geográfica y temática de los funcionarios.
Artículo 2º – Comuníquese al Poder Ejecutivo.Artículo 1° – Modifíquese el artículo 4° de la ley 20.957 (Régimen Jurídico del Servicio Exterior de la Nación) que quedará redactado de la siguiente manera:
El personal del Servicio Exterior de la Nación desempeñará indistintamente funciones en las misiones diplomáticas, en las representaciones consulares y en la Cancillería, conforme a un sistema de rotación que privilegie la especialización geográfica y temática de los funcionarios.
Fundamentos
Sr. Presidente,
La diplomacia moderna tiende a promover e incentivar la especialización geográfica de los funcionarios del servicio exterior. Un diplomático británico, por ejemplo, puede empezar su carrera como Primer Secretario en Egipto, y terminarla como embajador en Arabia Saudita. Su especialización es el mundo árabe, una especialización buscada e incentivada, por ejemplo, por el ministerio de Asuntos Exteriores británico. Algo similar ocurre con otros diplomáticos que se especializan en Asia o Latinoamérica.
En cambio, en otros países, como el nuestro, la especialización geográfica no ha sido tenida suficientemente en cuenta. Así, se dan casos en que se destina a una Embajada o Consulado a un funcionario que no domine la lengua local, con las dificultades que esto podría llegar a implicar.
En nuestra Cancillería, el sistema debería favorecer en mucha mayor medida la especialización geográfica, de modo que los funcionarios del servicio exterior no sean cambiados de una a otra zona del mundo solamente por criterios de antigüedad, con lo que se desaprovecha su experiencia adquirida en una región determinada.
Una política que fomente la especialización geográfica, sumaría incentivos para que los funcionarios estudien lenguas como árabe, chino, japonés o alemán. De lo contrario, ¿para qué realizar el gran esfuerzo que supone aprenderlas, si luego este conocimiento apenas va a contar en la carrera profesional, dado que las asignaciones de puestos se van a decidir en función de criterios que no tienen en cuenta la especialización y la formación adquiridas? Según datos proporcionados por la Dirección de Recursos Humanos del MRECIC, solo una porción muy pequeña de los funcionarios se inclinan por los idiomas no tradicionales como ruso (2%), chino (1,3%), japonés(2%), alemán(7%) e incluso italiano(6%).
En la política de promoción y traslado de los funcionarios del servicio exterior se debe incorporar el criterio de la especialización, para que la Argentina cuente con funcionarios destinados en un país con el profundo conocimiento del mismo.
Por las razones antes expuestas, es que pongo este proyecto a disposición de mis pares y les solicito que me acompañen en este proyecto.
La diplomacia moderna tiende a promover e incentivar la especialización geográfica de los funcionarios del servicio exterior. Un diplomático británico, por ejemplo, puede empezar su carrera como Primer Secretario en Egipto, y terminarla como embajador en Arabia Saudita. Su especialización es el mundo árabe, una especialización buscada e incentivada, por ejemplo, por el ministerio de Asuntos Exteriores británico. Algo similar ocurre con otros diplomáticos que se especializan en Asia o Latinoamérica.
En cambio, en otros países, como el nuestro, la especialización geográfica no ha sido tenida suficientemente en cuenta. Así, se dan casos en que se destina a una Embajada o Consulado a un funcionario que no domine la lengua local, con las dificultades que esto podría llegar a implicar.
En nuestra Cancillería, el sistema debería favorecer en mucha mayor medida la especialización geográfica, de modo que los funcionarios del servicio exterior no sean cambiados de una a otra zona del mundo solamente por criterios de antigüedad, con lo que se desaprovecha su experiencia adquirida en una región determinada.
Una política que fomente la especialización geográfica, sumaría incentivos para que los funcionarios estudien lenguas como árabe, chino, japonés o alemán. De lo contrario, ¿para qué realizar el gran esfuerzo que supone aprenderlas, si luego este conocimiento apenas va a contar en la carrera profesional, dado que las asignaciones de puestos se van a decidir en función de criterios que no tienen en cuenta la especialización y la formación adquiridas? Según datos proporcionados por la Dirección de Recursos Humanos del MRECIC, solo una porción muy pequeña de los funcionarios se inclinan por los idiomas no tradicionales como ruso (2%), chino (1,3%), japonés(2%), alemán(7%) e incluso italiano(6%).
En la política de promoción y traslado de los funcionarios del servicio exterior se debe incorporar el criterio de la especialización, para que la Argentina cuente con funcionarios destinados en un país con el profundo conocimiento del mismo.
Por las razones antes expuestas, es que pongo este proyecto a disposición de mis pares y les solicito que me acompañen en este proyecto.
